Es agotador comunicarse todo el día en una lengua extranjera, pero podemos practicar la amabilidad y la comprensión para aliviar parte de esa carga mental.
¿Alguna vez jugando a algun juego con tu familia o amigos has hecho la mímica perfecta de “James Bond” y te han mirado con cara de estupefacción? Ese momento en el que te preguntas, “¿Pero por qué no se enteran!?”, es la maldición del conocimiento.